lunes, 3 de junio de 2024

Libro La saga de un hombre de mar a quien llamaron Prudencio


La saga de un hombre de mar a quien llamaron Prudencio

El mundo de la literatura vive aún el boom de la novela histórica, aspecto rico en posibilidades para el escritor y para sus lectores: ese interesante mundo de los grandes hechos y personajes de la historia lo conocido y desconocido de ellos—. Y es en la parte oscura, donde no llega suficientemente clara la luz de los historiadores, donde los autores tienen un banquete de oportunidades ilimitadas para desarrollar el arte de novelar.
Es en este segmento de la literatura, donde el escritor y poeta, Franklin Howard Ortega, mete baza con La saga de un hombre de mar a quien llamaron Prudencio, una obra histórico-teatral, de una apuesta inconmensurable, donde nuestro autor vierte sus profundos conocimientos de historia, de africanidad y quehacer literario, para abordar con acierto, la inmensa figura de José Prudencio Padilla, héroe colombiano que estamos en mora de estudiar en su verdadera dimensión humana, histórica y social.
Uno de los logros fundamentales del maestro Howard Ortega, es poder entrar en la personalidad de José Prudencio Padilla, humanizarlo, hacerlo de carne y hueso, bajarlo de los pedestales fríos —los pocos que tiene— y que el lector sienta que es como él, que como él baila, piensa, siente, sufre, lucha, se enfrenta a las distintas tiranías que siempre existen, y, factor clave, sobrellevar traiciones, que de esto el Almirante Padilla sí que padeció en extremo.
En La saga de un hombre de mar a quien llamaron Prudencio, conoceremos la parte histórica del Almirante Padilla, pero contada de manera amena, versátil, a través de la acción e interacción de las distintas voces de los personajes que intervienen en la obra, la gran mayoría de existencia real. Logro sin duda del autor, que consigue sacar al personaje principal del mundo de la leyenda, de los olvidados anaqueles de la historia oficial, y mostrarnos la «verdad verdadera» de un gran hombre, héroe sin par, perseguido por su origen humilde, el color de su piel, y por la maldita envidia de quienes fueron inferiores a él en coraje, inteligencia y entrega a la patria.
Hoy todavía hay mucho que reivindicar sobre José Prudencio Padilla, y este trabajo literario del maestro Howard Ortega, es pieza fundamental para ello. Un hombre que se hizo por fuera —esto no ha cambiado mucho en Colombia—, joven veterano de la batalla de Trafalgar como miembro de la Armada Española, donde aprendió el arte de la estrategia y la guerra, lo que pondría a prueba en la liberación de nuestras tierras del invasor español. Padre verdadero de la Armada Nacional de Colombia, donde, como cosa paradójica, es difícil el ingreso a la oficialidad de un afrodescendiente, ¡cuando Padilla fue pardo!, según término acuñado por la mente discriminatoria de la Colonia.
Confieso que me causó cierta admiración, que Franklin Howard utilizará el escenario de las tablas para llevar a cabo su obra, esto porque en el país hay una orfandad total y una ignorancia extendida sobre esta maravillosa rama del arte y de la literatura como es el teatro. Me imaginaba al principio, algún tipo de novela histórica, tan de moda, pero me llevé una agradable sorpresa, cuando mis ojos pasaban veloces por los diálogos activos de los personajes y al mismo tiempo que me enriquecía de conocimientos, disfrutaba del desarrollo de las vicisitudes del Almirante Padilla.
Considero gran acierto del autor, el haber entrado en la psique de reconocidos personajes históricos y dárnoslos a conocer a través de un lenguaje claro, fluido, con sus modismos y giros de época, sus diferencias de carácter entre unos y otros, todos tan distintos: «cada cabeza es un mundo», frase atribuida a muchos escritores o filósofos, pero que ahora me sirve a mí para resaltar una de las fortalezas de La saga de un hombre de mar a quien llamaron Prudencio.
En lo que tiene que ver con las licencias de la imaginación, las consabidas páginas oscuras de la historia de hechos y personas, nuestro autor hace gala de una fértil capacidad creativa, nos lleva de su mano con mucha fluidez, tanto que lo real y lo ficticio convergen de manera natural en la obra, sin que sea posible —solo a expertos e iniciados— señalar las costuras invisibles que las unen.
Bienvenido el libro La saga de un hombre de mar a quien llamaron Prudencio, obra necesaria y oportuna para la reivindicación del hombre caribe, de una región olvidada del poder central, de una etnia maltratada y a la que se le niegan sus derechos fundamentales. Pertinente para la restitución de la memoria de un gran hombre, fusilado injustamente, en cuya memoria se debe instituir una catedra en cada escuela y universidad de la Costa Caribe, que servirá para despertar el orgullo regional, tan olvidado por causa de siniestros personajes políticos que han llevado a nuestros pueblos a una aberrante postración. Libro que además, servirá para que los interesados en conocer nuestro pasado, lo aprendan de una manera agradable, sencilla y gozosa.
Maestro Franklin Howard Ortega, puede estar usted tranquilo, su creación llegó para quedarse, y será cimiento para no lejanos cambios políticos y sociales, y un nuevo aire para el teatro y las letras del Caribe y allende los mares.

Juan Carlos Céspedes Acosta
Cartagena del Caribe, 19 de mayo de 2017
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