martes, 18 de marzo de 2025

Prólogo nuestro al poemario Estadísticas, de la escritora, poeta, gestora cultural y editora Mónica Patricia Ossa Grain

Prólogo

        Siempre he tenido debilidad por los poetas que se trascienden a sí mismos, que son capaces de superar el ego e ir más allá del espejo que solo refleja a los egoístas y donde no hay espacio para nadie más. Esta clase de creadores, son absolutamente imprescindibles para el decurso evolutivo del arte, y por ende, del quehacer poético. A esta conclusión he llegado después de leer con avidez el poemario Estadísticas, de la escritora, poeta, editora y gestora cultural Mónica Patricia Ossa Grain, quien toma la voz universal y de manera sutil e imperceptible, lanza una proclama justa y necesaria, que es el sentir de todas las personas capaces de ser en el otro, y se hace palabra de poder, poesía del desagravio, de justicia y reivindicación después de tanto silencio y oprobio asimilado.

            Pero la poeta no se vuelve boca de otro por una postura social, es boca de sí misma por los demás y en los demás, es empatía poética pura, un fino cristal de voces donde cualquier mujer puede verse, y hombres también, ¿por qué no?, que todos somos protagonistas directos e indirectos, incluso como simples testigos —muchas veces de labios cosidos y brazos de hormigón—, incapaces de pronunciar la mínima palabra que diga alto, basta o no más, ante el atropello, el abuso, la violencia en cualquiera de sus manifiestas formas.

            Mas no se crea que estos poemas de Estadísticas, son un monumento al panfleto, que es en lo que se convierten muchos intentos de poetas que sucumbieron ante la imposibilidad de guardar y mantener el equilibrio preciso, y se derramaron en palabras, que más que versos luminosos, son consignas sectarias que desvirtúan el rótulo de “poemarios”.

            Para un lector desprevenido, el título podría llevarlo a conclusiones erróneas, pensaría ligeramente que se trataría de un asunto técnico, científico o algo parecido, pero no, es el nombre puntual que merece llevar este libro, porque a través de sus páginas nos encontramos con la historia general de la ignominia contra la mujer, y no como simples hechos aislados, sino como unas conductas consuetudinarias tenidas como “normal” durante demasiado tiempo y espacio en la existencia humana.

            Sin embargo, cuando cruzas el umbral de este libro, empiezas a sentir cómo se te ablandan las emociones, cómo tu alma empatiza con el dolor, la tragedia, el drama que han vivido un sinfín de mujeres, muchas de las cuales no tuvieron siquiera un nombre o una fecha que las recuerde. Algunas solo fueron un frío número en las estadísticas del olvido, pero que hoy, gracias a la capacidad sensitiva de la poeta, a su habilidad en el manejo del lenguaje, de la expresión totalitaria que inmortaliza un hecho humano, y que a través de la poesía lo convierte en un hecho poético, reciben mediante el más elevado arte, el justo y merecido homenaje a sus lágrimas y a tanto dolor derramado por la vida.

            Ha pasado ante mis ojos un gran río de libros banales, insulsos, objetos muertos, productos de la necia vanidad más que del impulso vital del espíritu humano por dejar un testimonio del ser en su paso fugaz por la tierra, y me reconforta y llena de fe el saber que todavía quedan bardos como Mónica Patria Ossa Grain, que tienen, llevan y conservan el fuego sagrado que una vez Prometeo robó a los dioses, que la música sacra que nos legó Orfeo, aún viaja en las palabras que desgarran los verdaderos poetas de sus almas al ver, vivir o sufrir el lado oscuro de la existencia.

            Estadísticas es un poemario que se irá de las manos de Mónica Patricia, que tomará su mayoría de edad en cada lectura de quien tenga la suerte de poseerlo, ya sea comprado, prestado o en cualquiera de las formas misteriosas que utilizan los libros para escoger a sus mejores lectores, a los necesarios, a los vitales para la multiplicación de las palabras —de las voces todas de las mujeres del mundo y de la historia—. Porque esta es una obra que trasciende a la autora, que tendrá el poder de conmover al más insensible, que será capaz de obtener el foco de atención por su contenido sensible, humano y artístico.   

            A Mónica Patricia Ossa Grain, agradezco la posibilidad de hacerme partícipe de esta gran gesta literaria, la cual gocé en medio del dolor y la tristeza, la alegría y la felicidad, al saber que la poesía, una vez más, había encontrado la voz justa para conmover al ser humano, para hacerle entender que aún quedan luchas por realizar, asignaturas por superar. Por todo lo anterior, este prólogo lo firmo con lucidez y orgullo, con la convicción de que estoy frente a una obra que nació para permanecer.

Juan Carlos Céspedes Acosta

   Cartagena del Caribe, 31 de agosto de 2024     

No hay comentarios:

© Todos los textos son de propiedad exclusiva de Juan Carlos Céspedes (Siddartha)

El material de este blog puede ser reproducido citando la fuente y el autor

La otra orilla…
Todos los poetas hablan de ella
Pero no hay otra
Esta es la única.

Te ofrezco mi amistad.

Tres poemas de mi cosecha

Un viaje por la fotografía.

El Oráculo de Sidarzia

Un minicuento