domingo, 16 de mayo de 2021

Prólogo nuestro al libro Cuentos de los Montes de María del escritor y poeta Moisés Morante N.

Prólogo

El cuento siempre ha sido la mejor forma que ha encontrado el hombre para contar y explicar su entorno. Ya sea desde la realidad absolutamente comprendida o la incertidumbre y desconocimiento de los fenómenos naturales o paranormales que lo informan y le hacen ver su pequeñez frente al gran universo. No hay ni ha habido jamás un pueblo sin relatos y contar seguirá siendo la manera en que continuaremos discurriendo por la vida hasta el último día de cada quien sobre la tierra. 

Pero contar también es placer, divertimiento y solaz en medio de las horas más duras, oscuras y tenebrosas. Es complicidad intrínseca entre narrador y lector, o escucha, según sea el caso, si quien narra lo hace desde la oralidad o desde la palabra escrita, que ambas formas son iguales de poderosas, con ciertas características particulares entre una y otra forma de comunicar. En este caso, nos vamos a centrar en lo escritural, a través del libro Cuentos de los Montes de María, del escritor y poeta Moisés Morante Narváez.

Nuestro autor ha escogido a los Montes de María como la escenografía mayor de sus cuentos y décimas, porque este libro amalgama las dos formas de estos artes literarios, asunto no original, pero si bien tratado en esta obra, que es lo que importa al final y por lo que será catalogada.
Para lectores fuera de Colombia, les decimos que los Montes de María es una subregión del Caribe colombiano que hace parte de los departamentos de Bolívar y Sucre, cuyo suelo ha padecido los embates de la violencia política, pero es más conocida y distinguida por su rico folclor y demás manifestaciones artísticas, siendo la cuentística una de ellas, de un enorme peso ancestral y tradicional a partir de lo oral, pero con generosas incursiones desde lo escritural, que han hecho magníficos aportes a las letras nacionales.

El título del libro Cuentos de los Montes de María, no es producto del azar ni una iluminación mística que tuvo el autor, es el resultado natural de haber nacido él mismo en El Carmen de Bolívar, población principal de esta región alucinante, lo que le permitió desde niño, empaparse y permearse de ese mundo de historias populares, dichos, cuentos, anécdotas, mitos y vivencias, así que todo estaba confabulado para que nuestro creador hiciera suyo el cosmos que lo rodeaba, y con el poder y arte de la palabra nos trajese este impresionante cuerpo de narraciones variopintas, donde cada lector podrá encontrar los relatos que más le gusten.  

Que no crea el lector desprevenido que este es un libro de cuentos costumbristas —género que nos sirve de mucho cuando de conocer un país y una idiosincrasia se trata—, porque no es así, hay algunos cuentos con este perfil, pero muchos se escapan de esta etiqueta, por ello digo que es una obra creada para satisfacer los más diversos paladares literarios. El hecho de tomar el nombre de una zona geográfica para título del libro, es más un homenaje a una región amada por el autor, dado su nacimiento y los años en que ha discurrido su vida por estos lares. Además de conocerla por su profesión de médico, de aficionado irredento a la historia e investigador, ciencias y disciplinas que le sirvieron de mucho al momento de escribir Cuentos de los Montes de María, que estoy seguro será del agrado del gran público lector. 

El libro, en general, está escrito con una prosa fluida, sin manierismos, lejos de poses academicistas ni expresiones culteranas, muy a pesar de que el autor es un reconocido intelectual de la región. Y es que las historias que trae esta obra, necesitan de un tratamiento casi espontáneo, para que puedan impresionar a quienes se asomen en ellas, es como si el lector pudiese revivir él mismo cada relato, cada página que nos sumerge en este universo de la imaginación. Pero es igualmente la oportunidad de degustar de un corpus de estampas y peripecias de un tono delicioso, divertido, si se quiere, que estos aspectos también hacen parte del ser humano, donde todo no puede ser trascendental, porque precisamos del humor como elemento sanador de la psique. 

En el libro encontraremos buena poesía en prosa y un surtido de décimas dentro de algunos relatos, haciendo parte integral de ellos, casi como un suplemento necesario y hasta complementario, y que el lector puede, si desea, declamarlas para su disfrute. Hallaremos también un conjunto de Reflexiones, que asimismo hacen parte integrante del libro, interesantes cavilaciones que enriquecen aún más su totalidad, haciendo diverso y variado el aporte cultural y literario que nos ofrece nuestro autor. Así que a disfrutar este trabajo, que llega para ennoblecer el acervo de las letras nacionales y el de una región que necesita ser visibilizada con actos positivos de fe en su gente y en sus posibilidades artísticas. 

Juan Carlos Céspedes Acosta
       Cartagena de Indias, 10 de abril de 2021  

No hay comentarios:

© Todos los textos son de propiedad exclusiva de Juan Carlos Céspedes (Siddartha)

El material de este blog puede ser reproducido citando la fuente y el autor

La otra orilla…
Todos los poetas hablan de ella
Pero no hay otra
Esta es la única.

Te ofrezco mi amistad.

Tres poemas de mi cosecha

Un viaje por la fotografía.

El Oráculo de Sidarzia

Un minicuento